El lobo viejo se levantaba despacio. Las patas, cansadas de inviernos y de rocas, protestaban en cada paso. Por las noches soplaba hondo, como si el aire bajara a conversar con las tripas. Y al andar, sus huesos hacían música de bisagra seca. Era un animal cansado, de esos que saben que los días pesan más que lo recorrido.
Hasta que un día todo cambió. Como si alguien le hubiese inyectado dopamina pura, el lobo despertó. Se levantaba de un salto en la montaña, corría más que un león joven, y cuando dormía ya no había soplidos que contaran historias de culatas cansadas.
Y entonces, lector, el giro. Porque no era un lobo. Ni siquiera era carne. Era un Land Rover Santana viejo, hinchado de años y eslomado de trabajo. El despertar era el arranque, los huesos los casquillos de biela, y aquel soplar nocturno la culata pidiendo tregua. Hasta que llegaron los motores TDI. Una inyección, un swap bien hecho, y el Santana volvió a la vida como cuando aún olía a adolescente.
En este libro encontrarás todo sobre los TDI de Land Rover: el 200, el 300. Resolverás dudas, harás bricos, sabrás qué te espera con uno y qué te dará el otro. Páginas llenas de experiencia, tacos motor y amor por esos viejos lobos de acero que aún saben correr la montaña.

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